Alicantina de 50 años, pero afincada en Pamplona, Mª Esther Tobarra Baeza ha obtenido dos premios en la UNED al mejor expediente académico, tanto a nivel nacional en los Premios del Consejo Social como en el Centro de UNED Pamplona, con una nota de 9 en el Grado de Estudios Ingleses: Lengua, Literatura y Cultura.
En 2002 comenzó su andadura en el Centro de UNED Pamplona realizando el Curso de Acceso para Mayores de 25 años para estudiar a continuación Química. Tras año y medio, tuvo que abandonar la carrera “por cuestiones familiares”. Años más tarde, decidió retomar los estudios y en el curso 2016-2017 comenzó el Grado de Estudios Ingleses.
Tobarra afirma que la experiencia de estudiar en la UNED ha sido “muy positiva, tanto en el curso de Acceso como en los estudios de Grado, donde tuve excelentes profesores y saqué buenas notas. Estudiar en la UNED me ha demostrado que es posible compaginar estudios superiores con un trabajo y la familia. Durante los dos últimos años de carrera, asumí el cuidado de mi hermano, con discapacidad y gran dependiente”.
Asegura que no esperaba lograr este Premio del Consejo Social de la UNED: “Mi nota media no era demasiado alta pero me sentí muy satisfecha. Durante los años de estudio tuve que afrontar muchos problemas personales, hasta el punto de plantearme abandonar en varias ocasiones”.
“Cualquiera que sienta el impulso de estudiar, tenga la edad que tenga, debería intentarlo. Nunca se sabe hasta qué punto puede cambiar tu vida esa decisión”
El esfuerzo y la tenacidad hizo que esta alicantina, que actualmente está estudiando oposiciones, terminara el Grado de Estudios Ingleses con una nota de 9, que le ha permitido lograr estos dos importantes premios. Señala que lo que más sacrificio supuso durante esos años de estudio fue tener que reducir las visitas a su familia, que vive en Alicante: “Afortunadamente, tuve el apoyo incondicional de mi marido, profesor de Física en la UNED de Pamplona, al que conocí estudiando Químicas”.
Antes de terminar, Mª Esther quiere animar a todas aquellas personas que sientan el impulso de estudiar que no lo dejen: “Tengan la edad que tengan, deberían animarse e intentarlo. Nunca se sabe hasta qué punto puede cambiar tu vida esa decisión”, concluye.