Una nota de 9,7 le ha servido a Eider Echarri García para ser la mejor estudiante a nivel nacional del Grado de Educación Social de la UNED en el curso 2021-2022 y ser galardonada por los Premios del Consejo Social. Pamplonesa de 25 años, trabaja actualmente en la asociación infanto-juvenil Buztintxureando Txuri como educadora, centro en el que realizó las prácticas el año pasado. Antes de comenzar a estudiar Educación Social, se graduó en Publicidad y Relaciones Públicas en la UPV pero vio que realmente no quería dedicarse a eso. “Quería estudiar Educación Social, pero no podía permitirme vivir otros cuatro años fuera de mi ciudad y sin trabajar, así que decidí estudiar en la UNED para poder compaginarlo aquí con el trabajo”.
En cuanto al premio obtenido, reconoce que no pensaba ganarlo: “Daba por hecho que alguien tendría más nota que yo. Me sentí orgullosa cuando me enteré, porque cualquier premio es un refuerzo positivo y te hace sentir muy válida y capaz. Pero, sobre todo, sentí alivio porque el premio me ayuda a poder seguir pagando las asignaturas que me quedan pendientes”.
Estudiar en la UNED le ha permitido compaginar sus estudios con un trabajo en la cocina del servicio hospitalario de Pamplona y, actualmente, como educadora en la asociación Buztintxureando Txuri. “Además, también me permite sacar tiempo para el deporte y la militancia política”, señala.
Eider asegura que para lograr esa nota no ha tenido que renunciar a muchas cosas. “Llevo toda la vida estudiando y estoy acostumbrada a integrar los ratos de estudio en mi semana. He seguido con mi vida normal, aunque sí que en épocas de exámenes dedico menos tiempo al ocio al deporte, pero intento no dejarlo apartado del todo porque no sería bueno para mi salud mental”.
Economizar el tiempo de estudio
Reconoce que el único secreto para conseguir una nota de 9,7 es “economizar el tiempo”. “Voy aprendiendo a saber desde el principio cómo abordar cada asignatura. Cuando llegan los exámenes me centro exclusivamente en estudiar. Creo que sacar buenas notas se debe más a que llevo estudiando muchos años y nunca he perdido la costumbre. Eso al final te da una práctica y aprendes a economizar el tiempo y a ser resolutiva en los exámenes y trabajos”, explica.
Esta estudiante de Educación Social quiere recalcar que su nota media es tan alta porque cada cuatrimestre elige un par de asignaturas en las que se centra para intentar sacar matrícula de honor y poder ahorrar ese dinero el curso siguiente: “Esto es bastante significativo y un poco desolador, porque no habla de un deseo personal de autorrealización, sino que lo que motiva muchas veces querer sacar la nota máxima es una razón económica, y me imagino que mi caso no será el único”.
“Los resultados académicos están influenciados por las condiciones socioeconómicas de cada persona”
Esta joven pamplonesa destaca que, conociendo el perfil medio del estudiante de la UNED, le parece que hay cosas que tienen mucho más mérito que sacar buenas notas en los exámenes. “Hay gente que empieza a estudiar a los 50 años, con familia y con un trabajo a jornada completa. Las admiro mucho porque no debe de ser nada fácil. Yo no tengo cargas familiares y trabajo a media jornada, así que lo tengo más fácil para poder sacar mejores notas. Quiero destacarlo porque creo que los resultados académicos no dependen únicamente del esfuerzo individual de cada persona, sino que también están muy influenciados por las condiciones socioeconómicas de cada una”, concluye.